El director de una planta de producción de una industria farmacéutica es como un director de orquesta. Su objetivo es que el producto final salga a tiempo, con la calidad y el coste adecuado.
Entre todas las adversidades en el día a día para conseguir este objetivo, se suma la crisis de la pandemia, que ha supuesto un antes y un después en la manera en la que se gestionan las plantas de producción del sector farmacéutico, y en especial las cadenas de suministros. En un sector tan complicado, los competidores están trabajando para obtener ventajas continuamente, y el tiempo es esencial. Para anticiparse y saber detectar dónde poner el esfuerzo y poder mejorar, utilizar el benchmarking es una solución acertada.
El benchmarking es una herramienta de análisis y comparación rigurosa, que analiza tanto indicadores como las mejores prácticas llevadas a cabo por empresas del mismo segmento que el tuyo. Esta metodología de gestión, permite cuantificar los puntos de mejora y eficiencia de una planta de producción, para mejorar sus resultados. En este caso nos centramos en plantas farmacéuticas o de producción de API’s.
Conoce tu punto de partida para saber hasta dónde puedes llegar.
El benchmarking identifica problemas o distorsiones, es una fotografía donde se nos muestra dónde poner el esfuerzo, para poder implementar un plan de acción potencial en nuestra planta de producción farmacéutica.
¿ Cómo se hace? La combinación de diferentes indicadores , con su segmentación, dan como resultado un gran número de cuadros comparativos (> 500) con un alto nivel de detalle para establecer planes de acción con objetivos cuantificables.
Es importante que se comparen indicadores de gestión de una planta de producción mediante la creación de segmentos homólogos, por ejemplo:
- Productividad por tecnología.
- OEE’s / Eficiencia de instalación por complejidad en términos de formatos, tamaño de lote, etc…
- Costes indirectos por tamaño de empresa.
- Reclamaciones por mercado o tipo de producto.
- Cross-check y validación de la información continua.
Es necesario disponer de un soporte continuo durante todo el proceso, para comprobar y validar datos. Pues el nivel de detalle ha de ser riguroso y se necesitan los KPI’s pertinentes para poder profundizar e identificar los puntos de mejora.
¿Cuáles son las fases de una buena metodología de benchmarking?
RECOPILAR INFORMACIÓN: definir la guía de indicadores ( Benchmark Guide). En esta etapa es necesario monitorizar y dar soporte durante el proceso (Workshop)
ANALIZAR Y VALIDAR: analizar y segmentar en función del perfil de la planta y sus particularidades. En esta fase validar la información de forma continua es imprescindible.
PRESENTAR CONCLUSIONES: presentar un informe de resultados para establecer prioridades en la áreas de mejora.
En esta última fase se presenta un informe detallado de los indicadores de una planta comparados con aquellos que definan un segmento al que pertenece la planta en cuestión tal y como mencionabamos anteriormente. El objetivo es establecer prioridades dentro de las diferentes áreas de mejora como:
- coste de transformación
- eficiencia de la supply chain
- eficiencia de producción
- costes y eficiencia de calidad
- eficiencia en el área industrial
Ejemplo de Benchmark timeline
¿Cómo han crecido algunas plantas farmacéuticas gracias al benchmarking?
El mejor ejemplo lo puedes ver en uno de los Case Study elaborado por Manageart con su herramienta de Benchmarking Exben. Puedes descargártelo aquí >> https://exben.manageart.es/es/case-study
Si te interesa conocer las principales métricas y conclusiones sobre el impacto del COVID en las plantas farmacéuticas, puesdes descargarte el estudio aquí >> https://exben.manageart.es/es/impact-of-covid-on-pharmaceutical-sites